Nos conducimos por la vida de prisa, de afán, bajo premisas como tengo que o debo de, que lejos de llevarnos a la realización, nos mantienen en la incoherencia haciendo muchas veces lo que no
deseamos. El cambio que deseamos comienza cuando dejamos de buscar afuera.
Nos acostumbramos tanto a estos modelos que nos cuesta imaginar una posibilidad diferente de experimentar nuestra propia vida. Y no lo hacemos porque literalmente vivimos bajo la hipnosis de un montón
de creencias limitantes, que nos condicionan a vivir en ambientes tóxicos o insatisfactorios, pero conocidos, que se convierten en nuestra zona de confort. Llámese familia, trabajo, o pareja, etc.
La mal llamada zona de confort es el lugar donde la mente, que cree que lo controla todo, está cómoda. Esta comodidad no tiene nada que ver con el bienestar tal como lo concebimos, sino con la seguridad
de conocer la dinámica, la rutina de cualquiera que sea nuestro entorno de vida.
Esto es lo que hace que optamos más, fácilmente por lo conocido aunque no sea tan bueno que por lo desconocido y terminamos viviendo relaciones que no deseamos.
Pero, ¿cómo dar ese paso a lo desconocido y lograr establecer el cambio permanente que deseo para mi vida?
Gracias a la neuro-ciencia, sabemos de la plasticidad neuronal, capacidad que nos permite realizar procesos de transformación muy rápidos partiendo de pequeños cambios en nuestra forma de pensar, sentir y sobre todo de la gestión adecuada de nuestras emociones.
Si ya estás harto de estar harto, deja de buscar afuera, ve a ti. Todo que necesitas para cambiar tu vida está en tu interior.
Ir a ti, implica conocer y gestionar tu mundo emocional, re-significar tu historia de vida, recuperar herramientas y valores guardados en tu inconsciente, conocer tu programación, sanar tu pasado y mucho mas.
Es una experiencia de vida en la que querrás tener el acompañamiento de un profesional de la ayuda.
¡Todo comienza en ti, toma acción que sin acción no hay cambio!
María Helena Bridgman