Vinimos a experimentar la vida para realizar un aprendizaje inherente a cada uno. Se trata de un ejercicio sumamente sencillo. Pero lo vamos olvidando y complicando en la medida que crecemos instruidos por las proyecciones de los adultos, lo que vemos y escuchamos en nuestro medio ambiente.
Gestionamos nuestra vida basados en un sistema de creencias que ha definido unas formas de pensamiento que limitan nuestro aprendizaje en esta vida. Desaprender es un camino para trascender estas creencias.
No importa la situación por el que estés pasando, tienes la opción de juzgarlo y victimizarte. Culpar a otros siempre es más fácil, pero ni te libera, ni promueve el cambio.
Otra posibilidad es que te despojes de la necesidad de reacción inmediata y la tendencia a justificarte y te dispongas a observar sin juicio dicha situación.
Esta opción te permitirá ver de qué manera has participado en su creación y recordar que en tu propia mente está latente la posibilidad de transformar esa experiencia en aprendizaje.
O, mejor dicho en experiencia de des-aprendizaje.
Hay mucho en tu equipaje que no corresponde a tu viaje. Un sinfín de información que limita tu progreso y es necesario liberar, desaprender.
Llenar tu mente de ideas innecesarias fue un largo y doloroso proceso repeticiones, frustraciones y resistencias.
Des-aprender es una experiencia de liberación, de sanación mental y emocional y un camino para trascender e integrar a tu vida ese aprendizaje concreto que como alma viniste a ganar en esta tierra.
¿Cuántas veces necesitaste de una ayuda extra de tu maestro o de un compañero para pasar a la siguiente lección?
Es igual en esta gran escuela de la vida.
No pierdas tu curso en la escuela de la vida ya has repetido muchas lecciones. No fuerces a la conciencia universal a que te los siga repitiendo, porque lo hará hasta que aprendas.
¡¡Busca ayuda!!