Los hijos llegan cuando tienen que llegar, aunque pensemos que los podemos planear. Hay excepciones, pero la gran mayoría de nosotros llegamos a la fiesta de nuestros padres sin invitación previa activándose temprano la creencia en el sacrificio como virtud.
Seguramente al llegar dedicaron tiempo a nuestro cuidado, nos amaron y nos brindaron protección.
No obstante, la tarea de ser padres ha estado asociada históricamente al sacrificio y al sacrificio como virtud.
Y como el sacrificio espera recompensa, creamos expectativas tales como que, la vida de nuestros hijos tiene que ser mejor que la nuestra, ¡para eso nos sacrificamos!
Esto crea en ellos una presión que no saben cómo gestionar y termina expresándose en conductas y comportamientos disonantes que como padres nos cuesta tanto comprender.
No fuimos conscientes de haber cambiado nuestro rol de proveedores de amor y confianza, por el de controladores.
Esto lo hicimos impulsados por nuestros miedos mas profundos, creencias e inseguridades, formados en nuestros propios sistemas familiares.
Además de las propias experiencias vividas, también influyen las herencias emocionales que afectaron a nuestros ancestros y no
fueron gestionadas.
Si te detienes a observar tu propia vida te darás cuenta de que hay situaciones que se repiten en la historia de tu familia y en la tuya, a pesar del sacrificio y mejores esfuerzos .
Tu puedes cambiar la creencia en el Sacrificio como virtud y crear un ambiente emocional que favorezca relaciones de respeto y gratitud con tus hijos…
1. Observa el conflicto y los posicionamientos rígidos que crean resistencia de parte y parte. “Todo lo que resistes persiste”
2. No rechaces el miedo, tiene una intención creadora y hace parte de tu viaje.
4. La práctica del autoconocimiento emocional es la base de tu crecimiento espiritual, mental y físico.
5. Las dificultades en la relación con tu hijo te hablan de lo que estás proyectando. Todo lo que gestionas y trasciendes en ti, se verá reflejado en lo que proyectas en tu entorno.
¡Dedícate a ti y desaparecerá el deseo de sacrificarte por los demás!