La vida no tiene sentido, eres tu quien da sentido a la vida, tienes el poder y las capacidades para desarrollar tus potenciales y darle ese sentido, pero en el proceso de crecer te fuiste limitando con el miedo que heredaste y las creencias que te inculcaron.
Las creencias tienen una razón de ser, pero también es necesario comprender que han limitado el desarrollo pleno de tu vida.
Darle sentido a tu vida implica sanar la forma en la que percibes el medio ambiente. Para ello debes empoderarte, darte la confianza y la seguridad para liberar aquello que limita la expresión de tus potenciales.
Esto implica estar atento a tus pensamientos y comprender que la mente te mantiene entre el resentimiento y la culpa por los errores del pasado, o en la angustia y la ansiedad por la incertidumbre del futuro.
Entrena tu mente cambiando creencias limitantes y perdonándote los sufrimientos que te has causado. Dejando de juzgar, sanando la forma en la que te percibes y percibes el mundo afuera.
Buscando otra manera de ser y de estar, emprendiendo nuevos retos y abandonando la zona de confort.
Cambiar tu estado de consciencia desde la comprensión y la trascendencia del viejo sistema de creencias, es entrenar la mente para crear un nuevo mundo de posibilidades que den sentido a tu vida.
El psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl nos ha enseñado con su propia trascendencia que el ser humano cuenta con la libertad interior de elegir, que sean cuales fueren nuestras circunstancias podemos elevarnos por encima de nuestros condicionamientos personales, familiares o sociales. Y enfatiza que “el hombre se auto realiza en la misma medida en la que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida”.