“Haz sentir culpable a tu enemigo y dominarás su voluntad”
Napoleón Bonaparte
La culpa siempre nos hará sentir miedo. Es un argumento del ego que nos impide responsabilizarnos de nuestros actos y asignar la culpa a los demás.
De esta manera dejamos la responsabilidad en el otro, esperando que sea él quien cambie y no uno.
Para dejar de proyectar la culpa hay que empezar por abrazar el miedo y comprender que hay un solo juez que te condena, TÚ.
Inicia poniendo en prácticas estas simples y poderosas ideas:
• Discúlpate sin justificarte: Mira hacia tu interior y reconcíliate contigo mismo, descubrirás que quien necesita el perdón eres tú.
- Culpar a otros no te libera: Observa qué haces para que los demás se sientan culpables y te darás cuenta para qué sigues haciendo lo mismo. No te conviertas en tu propio victimario.
- La culpabilidad espera castigo y no olvida el pasado: Por esta razón sigues repitiendo historias. No culpes al pasado de lo que te ocurre en el presente, comprende que en la repetición se hace el aprendizaje. ¡Cuando aprendes trasciendes, te liberas!
Libera la culpa y abraza el miedo para que expendas tu mente al infinito mundo de posibilidades y puedas expresar el poder creador que hay en tu ser.
Elige desde la libertad que te fue otorgada para realizar la vida de bienestar y abundancia que viniste a experimentar en esta tierra.