Aprender a vivir sin las cargas del ego que siempre esta deseando que seas como deberías ser y no como en realidad eres, requiere que desarrolles la capacidad de equilibrar su poder.
¡No naciste para ser perfecto! comienza por aceptarte con toda tu imperfección, es una fuente de posibilidades de crecimiento y aprendizaje.
Es saludable abandonar tus niveles de auto exigencia y sobre todo dejar de hacer las cosas porque ¡tienes que o debes de! y detenerte en los momentos que te estés exigiendo más de lo puedes.
El ego cree que tienes que hacer cosas especiales para validar tu ser y terminas desarrollando otros comportamientos como la critica, la intolerancia, la inflexibilidad.
No permitas que ese juez interno que te exige y te critica por tu imperfección, vuelva pesado tu viaje cargándolo con insatisfacción, tensión, frustración.
Equilibrando el poder del ego dejas de querer cambiar lo que percibes del mundo para enfocarte en lo que puedes cambiar de ti mismo.